Un divorcio tiene las fases de decisión, tramitación y aplicación.
- La de decisión es la más delicada y se centra en el proceso interno de sopesar los pros y contras de mantener el matrimonio o divorciarse para tomar una decisión final.
- La tramitación puede gestionarse de mutuo acuerdo que siempre será más ventajoso en tiempo, coste y enfrentamiento, En defecto de tramitación amistosa siempre está expedita la tramitación contenciosa, pero que siempre será más compleja y desagradable.
- En función de cómo haya sido la decisión y la tramitación la aplicación será normalizada o existirán ejercicios anómalos y disfuncionales de la regulación, ya sea por mantener una mala relación o por haber establecido una mala regulación que no se adapta a las necesidades de lso hijos, y en ambos casos pueden producirse conflictos que se deben de tratar de evitar.
Fases psicológicas y emocionales del proceso de divorcio
Las fases psicológicas de un divorcio son la de decisión, aceptación y superación.
- La fase de decisión es un proceso interno muy complicado pues los sentimientos encontrados sopesan lo bueno y malo de la relación y puede hacernos dudar y sentirnos mal con cualquiera de las decisiones.
- La aceptación no es siempre consciente, pues en ocasiones una persona puede tener la falsa creencia de que ha aceptado la separación, pero al tiempo darse cuenta de que emocionalmente y nivel psicológico no lo ha superado.
- La superación requiere aceptación como paso previo. En ocasiones la decisión es de uno de los cónyuges y después la aceptación y superación del cónyuge que no ha tomado la decisión es más complicada a corto plazo, pero a medio y largo plazo tendrá una tendencia a superarlo mejor pues no ha dependido del él y no suele desarrollar roles de arrepentimiento o culpa por la toma de decisión.
Fases del divorcio desde el punto de vista de los hijos
Los hijos deben de quedar ajenos a los enfrentamientos de los padres y es por ello que no debemos de mezclar los problemas de los adultos con los de los niños.
Los niños tienen en su infancia mejor capacidad de adaptación a los cambios familiares, pero se debe de desarrollar con seguridad y certidumbre, pues para un hijo no es malo o bueno el divorcio de sus padres, sino que les afectará, o no, en caso de que esté bien o mal llevado a la práctica.
Las fases del divorcio con hijos desde el punto de vista de los menores es:
- Periodo previo en el que aún no se ha tomado la decisión de divorcio pero ya pueden existir signos de malestar entre los progenitores.
- Periodo de mediación e incertidumbre hasta que se concreta la regulación paternofilial.
- Periodo de aplicación de la regulación y materialización de la ruptura.
Un divorcio no es algo malo, lo que sí puede ser muy malo es un mal divorcio, cuando no se pasa de una fase a otra por no haber sido capaces de ordenar y evolucionar adecuadamente en la ruptura.
Fases del divorcio en España.